Ir al contenido principal

Los incendios forestales

LA TASA DE INCENDIOS FORESTALES CADA VEZ ES MAYOR EN ESPAÑA:
 Los incendios forestales son un grave problema ecológico, social y económico. Saber cuándo y dónde se producen, cuál es su extensión, a qué vegetación afectan y, sobre todo, por qué se producen y quién o qué los causa, es fundamental para evitarlos, protegernos ante el fuego y conservar nuestro patrimonio forestal.
En España se producen cada año una media de 15.647 siniestros, de los cuáles dos tercios se quedan en conatos, es decir afectan a una superficie inferior a 1 hectárea. Los conatos no producen daños importantes y las zonas que afectan suelen recuperarse de manera natural, sin embargo también son relevantes.

Por este motivo desde mediados del siglo pasado el Estado español elabora la Estadística general de incendios forestales, recopilando la información obtenida por las comunidades autónomas de todos los fuegos que ocurren anualmente en sus territorios.

¿Sabías que el 95% de los incendios forestales originados en España están causados por actividades humanas? Una cuarta parte se deben a accidentes y negligencias, pero más de la mitad de todos los que ocurren cada año son provocados de forma intencionada. Aproximadamente un 4% son de origen natural, debidos a rayos. Este reparto de causas varía de unas regiones a otras, por eso los datos se analizan agrupando zonas similares en cuanto a la causalidad de los incendios.

Desde 1961, fecha en la que se inicia la serie anual de datos, el número de incendios se ha incrementado muy significativamente, pasando de una media de 9.515 incendios al año en la década de los años ochenta a 18.141 en los años noventa, y alcanzando ya una media de 20.779 incendios en los seis primeros años de la actual década (gráficos 1 y 4). De estos datos se desprende que no se están haciendo los esfuerzos necesarios en prevención, sensibilización y educación de la sociedad para disuadirla de provocar incendios forestales. Igualmente, demuestra que las medidas punitivas no están siendo todo lo eficaces que deberían. 

Los incendios forestales producen enormes daños ambientales. De éstos, el más fácilmente apreciable es la pérdida de calidad paisajística debido a la destrucción de la cubierta vegetal y a una evolución de ésta hacia series regresivas. El efecto de los incendios sobre la fauna es la muerte de aquellos animales que no pueden escapar del fuego o la migración de otros por la pérdida de pastos y hábitats. El suelo se ve afectado por la alteración de la estructura edáfica y el aumento del riesgo de degradación provocando la pérdida de suelo fértil y el avance de la erosión. Como consecuencia de la pérdida de suelo, se altera drásticamente el ciclo hídrico al disminuir la infiltración y, con ello, las reservas hídricas subterráneas, aumenta la escorrentía y el riesgo de crecidas en arroyos y vaguadas con la llegada de lluvias torrenciales. Además, los incendios forestales son una importante fuente de emisión de gases de efecto invernadero (hasta un 1% del total de emisiones en el Estado español) y , por tanto, una de los factores que contribuyen al cambio climático.

En mi opinión,  Los incendios forestales se han convertido en las últimas décadas en uno de los problemas ambientales más importantes de España, y en los próximos años pueden verse agravados por los efectos del cambio climático. A escala mundial, los incendios forestales intencionados para cambiar el uso del suelo, e implantar monocultivos agroindustriales como la soja y la palma aceitera, amenazan con la desaparición del último 20% de los bosques vírgenes del planeta. Con ellos desaparecerá una biodiversidad irrecuperable. 
link de la información: http://www.redruralnacional.es/-/-que-sabemos-de-los-incendios-forestales-en-espana-
 


 Resultado de imagen de incendios forestales en españa
Resultado de imagen de incendios forestales en españa

Comentarios

Entradas populares de este blog

Damián Rodríguez: desarrollo sostenible

Se puede llamar desarrollo sostenible, aquél desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones. Instintivamente una actividad sostenible es aquélla que se puede conservar. Por ejemplo, cortar árboles de un bosque asegurando la repoblación es una actividad sostenible. Por contra, consumir petróleo no es sostenible con los conocimientos actuales, ya que no se conoce ningún sistema para crear petróleo a partir de la biomasa. Hoy estar al corriente que una buena parte de las actividades humanas no son sostenibles a medio y largo plazo tal y como hoy está planteado. En los actuales años, la palabra “desarrollo sostenible” ha tomado una gran notabilidad en el lenguaje político, económico y social a nivel global. En palabras simples, el desarrollo sostenible se refiere a un prototipo de desarrollo que utilice los recursos disponibles en el presente, sin comprometer su existencia en el futuro. El crecimie

Damián Rodríguez: La contaminación por la tecnología

Los daños que causa la chatarra electrónica. Los residuos electrónicos están llenos de componentes tóxicos. Cuando los tiramos por ahí, o van a dar a la basura o quedan expuestos y reaccionan con el aire, el sol o la lluvia. Entonces emiten sustancias químicas que contaminan la atmósfera, el agua y el suelo. Tarde o temprano estas sustancias entran en nuestros cuerpos y nos enferman. Los residuos electrónicos están llenos de componentes tóxicos. Cuando los tiramos por ahí (o van a dar a la basura), quedan expuestos y reaccionan con el aire, el sol o la lluvia. Entonces emiten sustancias químicas que contaminan la atmósfera, el agua y el suelo. Tarde o temprano estas sustancias entran en nuestros cuerpos y nos enferman. De modo complementario, se denomina obsolescencia programada u obsolescencia planificada a la determinación, la planificación o programación del fin de la vida útil de un producto o servicio, de modo tal que tras un período de tiempo calculado de antemano por el fa
LOS MICROPLÁSTICOS   Millones de toneladas de plástico se tiran al mar cada año y acaban convertidas en micropartículas tóxicas que contaminan los alimentos. Y no puedes evitarlas.   Lo último que esperas encontrarte en la sopa es un pelo del cocinero o un duro trozo de plástico de origen desconocido. Pondrías el grito en el cielo si te los tropezaras, pero sin darte cuenta ya te estás comiendo ese plástico en forma de micropartículas. Y lo que es peor, su diminuto tamaño no hace que sean inofensivas, sino todo lo contrario, pues se introducen en los rincones más sensibles de tu organismo.   Cada año se lanzan al mar 8 millones de toneladas de plásticos que al degradarse se convierten en micropartículas. A este ritmo, en el año 2050 en el mar habrá un volumen mayor de plástico que de peces, según la Fundación Ellen MacArthur. Los objetos de plástico no se biodegradan, sino que se convierten en partículas menores de 5 mm de diámetro debido a la acción del sol, a la o