¿Sabías que tu decisión de consumo es una herramienta poderosísima para cambiar el mundo? Aquello que tomas en cuenta a la hora de elegir un producto o servicio por sobre otro, envía un mensaje contundente para la industria y el mercado; y mejor aún: puedes dictarles las características que ellos tendrán que adoptar para que tú consumas sus productos.
Por ejemplo, si millones de personas consumimos una cierta marca porque nos garantiza que en sus procesos de producción se respeta el medioambiente, se cuidan los recursos naturales, se pagan sueldos justos y están garantizados ciertos estándares de calidad, entonces básicamente estamos obligando a que el resto de marcas de ese mercado comiencen a adoptar medidas similares en su afán de lograr que nosotros consumamos sus productos. Y esto, considerando el tamaño y poder que muchas marcas y compañías tienen, estaría ya haciendo una gran diferencia.
Porque si orillamos a las grandes marcas y empresas a adoptar medidas favorables para el entorno natural y para la sociedad, esto tendrá beneficios monumentales para el medioambiente, la economía y el respeto a los derechos humanos.
Un ejemplo: si cierta marca de ropa emplea a niños de países en condiciones de pobreza para manufacturar sus prendas, y masivamente la castigáramos dejando de comprar sus productos (o comprando los de sus competidores que no incurren en estas prácticas), entonces esa marca inevitablemente tendría que cambiar sus políticas de producción y ofrecer condiciones dignas a sus empleados. Esto beneficiaría a miles de personas que podrían acceder a condiciones mucho más favorables y, por ende, tener acceso a una calidad de vida mucho mayor.
Otro ejemplo: si una compañía de alimentos naturales utiliza químicos que contaminan la tierra y probablemente son dañinos para tu salud, castiga a sus empleados (campesinos) con malos sueldos y empaca sus verduras con material particularmente contaminante, y de pronto se encuentra con que sus ventas se han reducido significativamente porque los consumidores reprueban sus prácticas, entonces tendría dos opciones: mejorar estos aspectos o cerrar.
De acuerdo a la Declaración oficial de Naciones Unidas con motivo de la Cumbre de la Tierra de 2002 una de “las principales causas de que continúe deteriorándose el medio ambiente mundial son las modalidades insostenibles de consumo y producción, particularmente en los países industrializados". En este sentido Naciones Unidas hace un llamamiento a revisar estas modelos insostenibles, recurriendo a modelos de consumo responsable.
En mi opinión, entendemos por consumo responsable la elección de los productos y servicios no sólo en base a su calidad y precio, sino también por su impacto ambiental y social, y por la conducta de las empresas que los elaboran.
Por ejemplo, si millones de personas consumimos una cierta marca porque nos garantiza que en sus procesos de producción se respeta el medioambiente, se cuidan los recursos naturales, se pagan sueldos justos y están garantizados ciertos estándares de calidad, entonces básicamente estamos obligando a que el resto de marcas de ese mercado comiencen a adoptar medidas similares en su afán de lograr que nosotros consumamos sus productos. Y esto, considerando el tamaño y poder que muchas marcas y compañías tienen, estaría ya haciendo una gran diferencia.
Porque si orillamos a las grandes marcas y empresas a adoptar medidas favorables para el entorno natural y para la sociedad, esto tendrá beneficios monumentales para el medioambiente, la economía y el respeto a los derechos humanos.
Un ejemplo: si cierta marca de ropa emplea a niños de países en condiciones de pobreza para manufacturar sus prendas, y masivamente la castigáramos dejando de comprar sus productos (o comprando los de sus competidores que no incurren en estas prácticas), entonces esa marca inevitablemente tendría que cambiar sus políticas de producción y ofrecer condiciones dignas a sus empleados. Esto beneficiaría a miles de personas que podrían acceder a condiciones mucho más favorables y, por ende, tener acceso a una calidad de vida mucho mayor.
Otro ejemplo: si una compañía de alimentos naturales utiliza químicos que contaminan la tierra y probablemente son dañinos para tu salud, castiga a sus empleados (campesinos) con malos sueldos y empaca sus verduras con material particularmente contaminante, y de pronto se encuentra con que sus ventas se han reducido significativamente porque los consumidores reprueban sus prácticas, entonces tendría dos opciones: mejorar estos aspectos o cerrar.
De acuerdo a la Declaración oficial de Naciones Unidas con motivo de la Cumbre de la Tierra de 2002 una de “las principales causas de que continúe deteriorándose el medio ambiente mundial son las modalidades insostenibles de consumo y producción, particularmente en los países industrializados". En este sentido Naciones Unidas hace un llamamiento a revisar estas modelos insostenibles, recurriendo a modelos de consumo responsable.
En mi opinión, entendemos por consumo responsable la elección de los productos y servicios no sólo en base a su calidad y precio, sino también por su impacto ambiental y social, y por la conducta de las empresas que los elaboran.
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